viernes, 30 de agosto de 2013

HOTEL EUMESA. PONTEDEUME

Si hay algo que valoro cuando compro algún artículo o utilizo algún servicio es la relación calidad-precio. Puede ocurrir que este o aquel restaurante, hotel o bien de consumo resulten caros para mi bolsillo, pero en mi opinión las cosas tienen que valer lo que cuestan, luego el consumidor verá si puede permitírselo o no, que ya es otro tema... Este comentario viene a colación del hotel del que hoy os quiero hablar y donde hace pocos días nos alojamos para ir a visitar a unos amigos en Miño.
Los que nos desplazamos con nuestras mascotas en ocasiones tenemos muy pocas opciones alojativas, lo que hace que a veces, como fue este caso, ni tan siquiera podamos elegir. En la zona que queríamos estar solamente el Hotel Eumesa admitía a nuestro peludo.
No conocíamos previamente el hotel, salvo porque está junto al puente que cruza el río, por el que pasamos innumerables veces. La ubicación permite el descanso al estar algo apartado del centro de Pontedeume, aunque no más de un par de minutos a pie, lo suficiente para no tener en absoluto ruidos por la noche, algo que se agradece muchísimo.
Reservamos una habitación triple en régimen de alojamiento y desayuno buffet. El check in fue rápido y además pudimos entrar bastante temprano, serían las dos de la tarde, un punto a favor, desde luego.

El chasco llegó al entrar en la habitación... Como corresponde a los hoteles de cierta antigüedad las estancias son más que espaciosas, pero era como entrar en una casa de los años 70 sin reformar, con las paredes pintadas y alguna reparación superficial, pero nada más... ni los marcos de las ventanas, ni las antediluvianas persianas, ni el cuarto de baño, los muebles, la televisión...
Eso sí, podéis ver que cada uno de nosotros tenía su cama y espacio de sobra, se aprecia en la foto.

En el cuarto de baño, azulejos y loza del año pum, ni tan siquiera una ducha monomando o una cebolla en condiciones, no, los dos mandos de siempre, caliente y fría... una cortina en vez de mampara... En fin, que menos mal que tanto la habitación como el cuarto de baño estaban limpísimos.
Por la mañana he de reconocer que fuimos al desayuno con cierto miedo, pensando que sería bastante sencillo, pero nos sorprendió gratamente porque, si bien para ser un establecimiento de 3 estrellas se quedaba corto en el buffet salado (imagino que porque la inmensa mayoría de los clientes son nacionales y lo usan poco), había fruta fresca, tres tipos de bizcocho casero y luego tostadas que una señorita iba preparando, bollería variada, galletas, zumos... este punto sí nos gustó.

En fin, lo que no nos gustó tanto fue la cuenta, que sabíamos a priori porque fuimos con reserva previa. Creo que este hotel no nos ofreció unas instalaciones a la altura de lo que nos cobró que fueron 80 € por noche. Me parece una política muy desacertada, quizá motivada por la temporada alta, pero considero importante que el cliente sienta que el precio que está pagando es justo, aunque se asuma que los alojamientos incrementan sus precios en temporada estival, creo sinceramente que en este caso se les fue la mano ¿qué opináis?

miércoles, 14 de agosto de 2013

EL CURIOSO INCIDENTE DEL PERRO A MEDIANOCHE

El club de lectura terminó este año con la lectura de esta novela, archiconocida por todos, pero curiosamente leída solamente por una de las personas integrantes del grupo. Nos apetecía conocer la historia y lo cierto es que no defrauda, algo que en ocasiones ocurre con otros libros muy conocidos y de los que uno espera más de lo que después encuentra en ellos.



El inglés Mark Haddon nació en el año 1962 y cursó estudios universitarios de literatura inglesa. Su carrera profesional se dirigió siempre hacia el mundo de la creación literaria (relatos, guiones para TV...) y durante unos años tuvo contacto con personas con diferentes discapacidades físicas y mentales. Como buen conocedor del autismo y concretamente del síndrome de Asperger, que presenta el protagonista de esta novela, nos hace llegar un personaje que conoce bien y por ello perfila a las mil maravillas.
Esta novela es sin duda la más conocida del autor. Fue publicada en el año 2004 y recibió numerosos premios y fue traducida a numerosos idiomas. En 2006 publica Un pequeño inconveniente, además de numerosos libros infantiles.
Sinopsis

El protagonista absoluto es Christopher Boone, un adolescente con síndrome de Asperger que vive con sus padres en un pequeño pueblo inglés. La historia está narrada en primera persona, las vivencias en todo momento se muestran desde su óptica personal.
La muerte violenta del perro de su vecina hace que Christopher sea en un principio considerado culpable. Una vez deshecho el entuerto, decide convertirse en detective y averiguar quién mató al perro, lo que le hará tener que enfrentarse a muchas situaciones nuevas y descubrir secretos familiares.

En esta novela, al margen de la historia que se nos cuenta del perro, lo importante es hacer llegar al lector el interior de la mente de una persona con el síndrome que padece Christopher, algo que Mark Haddon logra absolutamente: nos presenta a un adolescente que necesita unas rutinas muy marcadas para sentirse seguro, que odia determinados colores, que cree que según la combinación de los semáforos le esperará un buen o mal día, pero que por otro lado es una mente prodigiosa para todo aquello que es exacto y se rige por unas leyes lógicas, como las matemáticas.
Es incapaz de entender un chiste, una ironía o un doble sentido, al igual que los niños pequeños, sólo entiende las cosas en su sentido literal, incluso es incapaz de realizar una acción si no se le explica perfectamente, sin lagunas o sobreentendidos.
Como madre me he sentido identificada con sus padres, con ambos, con la desesperación de la madre, agotada por el día a día, y por la paciencia y el cariño del padre y su perseverancia con su hijo, creo que ambos representan lo que se siente al convivir con este tipo de problemas, una montaña rusa continua.
En algunas ocasiones la lectura, que por lo demás es ágil y entretenida, se
hace más complicada. Reconozco que algunos de los problemas de lógica y matemáticas de los que habla Christopher para mí son indescifrables.

Una lectura que nos acerca a una realidad de muchas familias, que nos hace entender un poco mejor cómo funcionan los procesos mentales de las personas como Christopher, que despierta una enorme ternura y unas tremendas ganas de abrazarle, algo que él no soporta, sólo permite que sus padres le toquen con la punta de los dedos de las manos sus manos. Me sentiría muy mal si no pudiera dar un achuchón a mi hijo, entiendo perfectamente a los padres de Christopher, una situación familiar de verdad complicada de llevar.

Más que recomendable novela que nos deja frases como estas:

"El mundo está lleno de cosas obvias de las que nadie se da cuenta nunca ni de casualidad" (pág. 99)

"Cuando estoy en un sitio nuevo, como lo veo todo, es como cuando un ordenador está haciendo demasiadas cosas a la vez y el procesador está saturado y ya no queda espacio para pensar en otras cosas" (pág. 178)