martes, 21 de junio de 2016

NOSOTROS, LOS DE ENTONCES

La novela de Marta Rivera de la Cruz termina con un agradecimiento a tres hombres que seguro que os suenan: Pepe Solla, Paco Roncero y Oriol Balaguer, porque la gastronomía ocupa un lugar importante y los menús de Valvanera, cuyo restaurante tiene una estrella Michelín, se han puesto en manos de tres cocineros de primera en nuestro país. Pepe Solla ha diseñado el menú que Valvanera cocina el primer día para sus amigos, y su propuesta es más que deliciosa: para el aperitivo, ostras y berberechos con agridulce de pimentón, centolla asada con mayonesa de wasabi y erizos de mar y jurel sobre tartar de verduras y los primeros guisantes. A continuación, lubina sobre callos marinos y lengua de vaca con cebollas.
La autora es rigurosa en esto, no deja a la improvisación detalles que pueden restar credibilidad a la historia de la cocinera, y es algo que me gusta mucho de Marta Rivera de la Cruz, sus personajes están muy trabajados, son veraces y hacen que nos metamos de lleno en el argumento.
En esta ocasión conoceremos a seis amigos que se encuentran veinte años después en el delicioso pueblo de Saint-Rémy, en la provenza francesa, donde Valvanera regenta un pequeño hotelito con restaurante. Jorge, Roberto, Cecilia, Lourdes, Mauro con su mujer Isabel y Valvanera pasarán tres intensos días en los que recordarán los viejos tiempos, se contarán secretos que en su momento no se desvelaron, se confesarán amores o debilidades insospechados y sobre ellos en muchos momentos planeará la duda sobre si su presente sería diferente de haber sabido ciertas cosas hace 20 años, o haberse atrevido a tomar otros caminos.
Con pequeños altibajos en su reencuentro, discusiones, lágrimas, abrazos, alegrías, los momentos se viven con gran intensidad, reflejando un cariño entre los seis que ha permanecido inalterable, una complicidad que perdura, y al caer en la cuenta de que atesoran algo tan importante, deciden que este reencuentro sea el comienzo de otra etapa, en la que no estarán dispuestos a perderse de vista otros 20 años más.
Marta Rivera de la Cruz, con  un estilo sencillo pero muy trabajado, nos envuelve completamente en el ambiente creado por los seis amigos, como os decía antes, nos sirve unos platos deliciosos, un puñado de reflexiones sobre las que volver y una vez más es un acierto leer a esta escritora.

"Hubo un coro de risas. Jorge se esponjó: allí estaban sus amigos riendo al mismo tiempo. En aquel momento, en aquel instante, por unos segundos, los seis eran felices. Porque la felicidad es eso, pensaba él, no algo absoluto ni constante, sino una especie de punción intensa y breve que no dura mucho, pero que puede dar energía para seguir caminando". (pág. 237)
"Ese día me di cuenta de que había cometido un error. las personas se acostumbran a las cosas buenas y dejan de valorarlas. Simplemente las dan por descontadas. Robe consideraba que merecía desayunar en la cama, igual que Étienne pensaba que se merecía una mujer capaz de mandar todo a paseo para hacer mousse de oca". (pág. 293)

Un rincón de Saint-Rémy
Os recomiendo esta novela, además es una lectura fácil para llevaros de vacaciones. Invita a la reflexión, pero de una manera ligera, y tiene momentos muy simpáticos, seguro que pasaréis unas horas muy entretenidos conociendo a estos seis amigos que se encuentran tantos años después.

lunes, 13 de junio de 2016

EL SECRETO DEL CALÍGRAFO

Esta novela llegó a mis manos de pura casualidad. Estando en una librería me llamó la atención la portada de la última novela de Rafik Schami, así que tomé nota y fui a mi biblioteca a ver si tenían algo de este escritor de origen sirio que para mí era un absoluto desconocido, a pesar de haber tenido un enorme éxito con El lado oscuro del amor
Además de esta novela, en la biblioteca tenían El secreto del calígrafo, que fue mi elección final, por tener muchas menos páginas que la primera, la verdad es que no me atreví a que mi primer contacto con Schami fuese un "tocho".
La historia que encontraremos en esta novela nos lleva a la ciudad de Damasco tras la independencia de Siria, a mediados del siglo pasado. Nura, la esposa del reputado calígrafo Hamid Farsi, ha huído y crecen los rumores sobre los motivos, unos apuestan por que ha escapado de su marido y otros opinan que se ha fugado con un amante. 
Con este punto de partida, iremos conociendo la vida de Nura y la del calígrafo, tanto su vida juntos como el recorrido anterior de ambos, antes de que sus familias concertasen su matrimonio.
Cristianos, judíos y musulmanes conviven en Damasco, mostrándonos que aunque la vida cotidiana es tranquila y armónica, entre ellos hay muchos prejuicios que todavía perviven. 
Lo que más me ha llamado la atención de esta lectura es poder conocer la vida cotidiana, las costumbres y sobre todo el papel de la mujer en este momento y este lugar del mundo. He de reconocer que por momentos me costó pensar que la historia que estaba leyendo había ocurrido hace menos de un siglo, porque tanto las costumbres como el ambiente parecían retratar una sociedad del siglo XVIII, aunque la ciudad empieza a construir sus barrios residenciales y proyectar sus primeros centros comerciales.
Rafik Schami

La mujer no tiene que tener pensamiento propio, no ha de tener capacidad de decisión y su felicidad o intereses no importan nada, ni es nada sin un hombre a su lado... No digamos su placer sexual, un espacio reservado únicamente al hombre, tanto en el hogar como fuera de él, con frecuentes visitas a los prostíbulos.

"Cuando te tome, no tengas miedo de él. Aprieta los dientes y él ya estará dentro, y antes de que hayas contado hasta diez escupirá en tu interior el zumo de sus deseos. Empieza a contar de nuevo, y antes de que hayas llegado a cien, lo oirás roncar; si es muy potente lo repetirá tres veces como máximo, y entonces no será más que un trapo sudoroso" (pág. 146).

"Widad le aseguró que estaba mucho mucho mejor que algunas mujeres. Nura sabía que Widad, y también Sultana y otras amigas, nunca podían salir sin compañía masculina. Su frontera era la puerta de su casa. Sultana incluso tenía que mirar a escondidas por la ventana sin que nadie la viera" (pág. 196).

"Entre los cristianos nadie tenía gran interés en saber quién visitaba a quién. Las casas estaban abiertas, y hombres y mujeres se visitaban unos a otros. Ella ya lo había visto siendo niña porque en el barrio de Midán vivían muchos cristianos. Allí las mujeres se sentaban con los hombres durante las visitas" (pág. 276).

En el tema de la educación en las escuelas, por desgracia poco ha cambiado desde entonces hasta ahora y seguramente esta reflexión podría aplicarse a nuestro propio país hoy día:

"Fustigamos a nuestros niños hasta convertirlos en papagayos que lo aprenden todo de memoria. El principio del aprendizaje memorístico es comprensible y útil en el desierto, pero ahora tenemos libros que conservan el saber mejor que cualquier memoria. La repetición educa para ser súbditos y asfixia las preguntas de los niños. A los diez años presumen de saber recitar libros enteros, pero sin haber entendido una línea. Nuestros niños deben aprender a comprender preguntando, y no sólo a reproducir de memoria" (pág. 396).


Damasco
He disfrutado de esta novela, metiéndome por las callejuelas damascenas, deleitándome con el ambiente de las calles comerciales, los antiguos oficios, la gastronomía... Y sorprendiéndome e indignándome por el lugar de la mujer, que creí que en aquel momento sería algo mejor. Es enorme el contraste entre musulmanes y cristianos en este aspecto concreto. 
La conclusión es evidente: El conocimiento del otro enriquece la relación, la normaliza. Muchas veces partimos de prejuicios que no se corresponden con la realidad y en ocasiones nuestros miedos a otras culturas provienen del  desconocimiento que tenemos de ellas.
Un autor que os recomiendo, para mí ha sido un grato descubrimiento y seguro que leeré algo más de él.