jueves, 27 de octubre de 2016

ME LLAMO LUCY BARTON

"En una habitación de hospital en pleno centro de Manhattan, delante del iluminado edificio Chrysler, cuyo perfil se recorta al otro lado de la ventana, dos mujeres hablan sin descanso durante cinco días y cinco noches. Hace muchos años que no se ven, pero el flujo de su conversación parece capaz de detener el tiempo y silenciar el ruido ensordecedor de todo lo que no se dice.
En esa habitación de hospital, durante cinco días y cinco noches, las dos mujeres son en realidad algo muy antiguo, peligroso e intenso: una madre y una hija que recuerdan lo mucho que se aman".
Este es el texto que nos resume en la contraportada la historia de Me llamo Lucy Barton, una novela corta, de 200 páginas, que está siendo un enorme éxito en los últimos meses. 
Lucy, en un relato narrado en primera persona y siempre desde su punto de vista, recuerda su estancia en un hospital de Nueva York, la recuperada relación con su madre, a la que ve tras más de una década sin contacto, lo que echa en falta a sus hijas, que no pueden ir a verla al hospital y sus recuerdos de niñez, evocados a través de las conversaciones con su madre. Su infancia está muy presente y recuerda contados episodios de su relación con sus padres, su vida en el colegio o sus contadas amigas.
Una narración pausada, tranquila, sencilla y directa, una historia personal y sobre todo unos pensamientos y sentimientos familiares, esto es lo que encontramos entre las páginas de la novela, con una protagonista única que se nos revela insegura, muy sensible, melancólica y llena de soledad y que habla al lector desde la emoción.
Hay momentos reflexivos, momentos algo tristes, y algunas frases que me han gustado mucho, aunque he de reconocer que no me ha parecido esa pequeña joya que algunos ven en ella, ha resultado una lectura agradable y que recomendaría.
Elizabeth Strout. Fotografía de la página de la escritora

"Jeremy me miró, con una expresión de verdadera bondad, y ahora comprendo que él reconocía algo de lo que yo no era capaz: que a pesar de estar en la plenitud de la vida,  me sentía sola. La soledad fue el primer sabor que había probado en mi vida, y seguía allí, oculto dentro de la cavidad de mi boca, recordándomelo. Creo que él lo vio todo aquel día. Y fue amable. Lo único que dijo fue "sí". Podría haber dicho: "Pero ¿estás loca? ¡Si se están muriendo!". Pero no lo dijo, porque comprendió mi soledad. Eso es lo que quiero pensar. Eso es lo que pienso". (pág. 52)

"¡Qué furia la de mis hijas en aquellos años! Hay momentos que intento olvidar, pero que no olvidaré nunca. Me preocupa qué será lo que ellas no olviden nunca". (pág. 202)

sábado, 22 de octubre de 2016

LA VIDA DE LAS PAREDES

"La bordadora era sencilla y austera porque no podía ser de otra manera, pero llevaba los tacones de sus zapatos pintados de rojo con laca de bombilla. Una osadía, sin duda, pero ella taconeaba arriba y abajo por la escalera de mármol sin importarle lo que el mundo pudiera opinar de ella". (pág. 18)
María, la bordadora, Fernando, el paragüero, la Musa y el Artista, los porteros, Emilio y Carmen... En el número 16 de la calle Argumosa viven a principios del siglo XX unos vecinos muy peculiares que conoceremos en La vida de las paredes de la mano de Sara Morante. Los habitantes de este edificio son personas sencillas, incluso muy humildes, todos guardan algún secreto, pasado o presente, su día a día no es fácil, y la autora con una breve pincelada (el libro solamente tiene 145 páginas) logra que todos y cada uno de ellos llegue al lector, a través de un texto cuidado y en ocasiones poético, acompañado de unas ilustraciones absolutamente deliciosas, cuidadas y muy detallistas. Un toque de realismo mágico a través de las gárgolas que habitan en el tejado culmina una receta que no puede ser más redonda.
Conocía las ilustraciones de Sara Morante y su gran sensibilidad a través de ellas, y la he visto perfectamente reflejada en todos y cada uno de los personajes que habitan en Argumosa 16, personas cuyas emociones sentimos, cuyo frío notamos y cuya vida entendemos, sobre todo su actitud ante la vida, por cómo les ha tratado, por lo que les mueve a seguir adelante, sus sueños.
Las ilustraciones de La vida de las paredes nacieron antes que la historia de sus protagonistas, la imagen primero y después las palabras, la historia que cada ilustración quería contar.
Sara Morante. Fotografía: www.elmundo.es

" La lluvia caía resbalando en los cristales. De la jaula vacía no salía ningún sonido. No sentía hambre, ni dolor. Sólo estaba aturdida, cansada. Vacía. No quería pensar en nada de lo que había sucedido ni en qué cambiaría a partir de ahora. No se sentía feliz por estar, como decía Carmen, recuperándose. No recordaba nada de hilos o telas, le daba igual si el agujero de la pared estaba tapado o al descubierto. Tan sólo añoraba el canto de aquel pájaro a través de la lluvia". (pág. 124)
Lumen nos regala para este primer libro de Sara Morante una edición absolutamente maravillosa, con tapas duras, grueso papel y una cinta para marcar las páginas. Un libro que no sólo merece la pena leer, un libro para tener, para recrearse en las historias y las ilustraciones, para regalar y regalarse.

martes, 18 de octubre de 2016

SUPERVENTAS QUE SE ME CAEN DE LAS MANOS

Este año se me han caído de las manos muchos más libros de los que quisiera, y la mayoría han sido novelas que venden millones de ejemplares, que tienen gran aceptación de crítica y público, de los que leemos constantemente frases como estas: 
"Atrapa al lector irremediablemente", "Es de esos libros que hacen que te muerdas las uñas y no puedas pegar ojo", "Marca un nuevo estándar de oro para los thrillers", "Como montar en la montaña rusa… Bien escrita y sumamente realista", "Es intensa, reflexiva y emocionalmente gratificante", "El ingenio, la frialdad y el espíritu metódico de la heroína sumergen al lector en un thriller de gran virtuosismo" .

Todo esto y mucho más se ha dicho de La chica del tren, Cicatriz, No me mientas o El método 15/33. Estas dos últimas conseguí leerlas, más por amor propio que por otra cosa, pero las dos primeras no pude, no pasé de las 100 primeras páginas, que es el margen que doy a una novela para decidir si sigo con ella o la abandono. Y me pregunto ¿qué me pasa con los superventas? ¿Sólo me pasa a mí o es que ante un libro que vende millones no nos "atrevemos" a confesar que no nos ha gustado? Me gusta conocer nuevos autores, no necesariamente aquellos que más venden, pero está claro que ciertos libros que tienen éxito en las librerías llegan más fácilmente porque mucha gente habla de ellos.

En ocasiones tengo la sensación de estar leyendo una trama ya conocida, que el libro no me aporta nada nuevo, o que el personaje principal es demasiado plano, que el escritor no tiene un estilo propio, que resulta correcta su escritura pero carente de personalidad. 
Quizá no sería justo descartar de entrada novelas que podrían gustarme solo porque han vendido mucho, pero últimamente me lo estoy planteando, porque las mayores decepciones están llegando de éstas.

¿No me gustan los libros que gustan a un público más amplio? ¿Qué lleva a una editorial a hacer una campaña de publicidad tremenda con esta o aquella novela? ¿Estoy leyendo lo que se quiere que lea?
Me hago muchas preguntas últimamente, porque este año ha sido el que más libros he dejado desde que recuerdo.
Leo a personas que tienen blogs literarios, y en muchas ocasiones he visto que mi opinión no tiene nada que ver con la inmensa mayoría ¿Está esa mayoría condicionada por las editoriales? ¿Se sienten los blogueros obligados a hablar bien de tal o cual novela porque la editorial se la envía gratis? 

Estoy bastante perdida últimamente, literariamente hablando, y se me ha dado por ir a los clásicos. La librería ambulante, de Morley, Notas de América de Dickens o Viajes con Charley de John Steinbeck, me han parecido historias deliciosas y he disfrutado muchísimo con ellas. 
En esto de la lectura también reconozco que se tienen etapas, al menos en mi caso así es, quizá en otro momento alguno de los libros que no consiguió que llegase hasta el final me parecería apasionante, quizá ahora me llenan más otras historias, otra manera de escribir, no sé ¿será que tengo un problema con los superventas de hoy día?






domingo, 16 de octubre de 2016

UN MONSTRUO VIENE A VERME

"No llegué a conocer en persona a Siobhan Dowd. Solo la conozco como la conoceréis la mayoría de vosotros: a través de sus extraordinarios libros. Cuatro novelas para jóvenes llenas de fuerza, dos de ellas publicadas en vida, dos después de su temprana muerte. Si no las habéis leído, poned remedio a este descuido inmediatamente".
Propusieron a Patrick Ness retomar el trabajo de la escritora, que tenía los personajes, una premisa y un inicio, y él no quiso hacer una obra imitando a la escritora, optó por dar vida a la idea que ella tuvo y aportar también su parte. Así nació esta reconocidísima novela juvenil que Juan Antonio Bayona acaba de llevar al cine con un éxito sin precedentes en las salas de nuestro país.

Un monstruo viene a verme es la historia de Conor,  un niño de 12 años que vive con su madre, pues su padre se ha trasladado y formado una nueva familia, y que tiene que enfrentarse al empeoramiento del cáncer que ella padece, su lucha con tratamientos cada vez más fuertes y duros... Pero Conor tiene a alguien que llega a las doce y siete minutos cada noche, un monstruo muy especial, un ser extraordinario que le visita para ayudarle a ser fuerte, para explicarle que la vida no siempre es bonita, que no siempre hay finales felices para las historias. Hacerse mayor no es fácil, sufrir no es fácil, pero somos más fuertes y poderosos de lo que a veces pensamos o sentimos.
El monstruo es la metáfora de esa fuerza interior que tenemos en los momentos duros, mucho más poderosa de lo que creíamos, y que nos ayuda a levantarnos para seguir avanzando.
"Muchas cosas que son verdad parecen falsas. Los reinos tienen los príncipes que se merecen, las hijas de los granjeros mueren sin razón, y algunas veces las brujas son dignas de salvación. Muchas veces, la verdad sea dicha, te sorprendería saber cuántas".
"Hay cosas peores que ser invisible", había dicho el monstruo, y tenía razón.
Conor ya no era invisible. Ahora todos lo veían. Pero estaba más lejos que nunca".
Conoceremos unos meses de la vida de Conor, en un relato de apenas 200 páginas muy intenso, en el que tanto el niño como el monstruo son los grandes protagonistas y tienen una fuerza extraordinaria. No he visto la película, no sé cómo se verá en el cine al monstruo ni al niño, pero con el libro resulta muy fácil verles, meterse completamente en la mente infantil y sus miedos, su sufrimiento, sus dudas y esa sensación que tiene de no saber si lo que piensa o siente ha de decirlo, incluso ha de sentirlo así.
Resulta para una madre muy fácil imaginar la impotencia de la de Conor, que ve cómo no puede estar ahí para su hijo, acompañarle en su camino a la vida adulta.
Es una etapa dura en su vida, pero la historia no nos deja con un sabor amargo, aunque el trayecto lo sea por momentos, el final resulta una lección de vida, una invitación a renacer, a levantarnos y enfrentarnos a los problemas, a pensar que somos fuertes, que aunque haya cosas que no podemos cambiar, o evitar que nos hagan daño, sí podemos dejar de sufrir por ellas y avanzar.
Os recomiendo esta lectura recomendada a partir de los 12 años y publicada por Nube de Tinta. No os he puesto el número de página de las citas porque en mi caso la lectura ha sido en libro digital.

jueves, 6 de octubre de 2016

V CAMPEONATO BARISTA DOWN GALICIA

El pasado sábado tuvo lugar en Compostela el Campeonato Barista Down Galicia, con dos equipos, uno de Compostela y otro de Vigo.
Los participantes, seis por ciudad, reciben una intensiva formación a cargo de baristas profesionales, como son Luis Pérez (del café La Mecca en Santiago) y Diego López (del Café Belén en Vigo), y tienen que elaborar ante el público asistente un expresso, un capuccino y un combinado sin alcohol, así como servirlo a los jueces que valorarán su trabajo.
Fuimos al evento en familia, y disfrutamos muchísimo viendo el gran ambiente que habían creado los equipos con sus formadores, el mimo con el que trabajaban y cuidaban cada detalle. Nuestro niño también lo pasó en grande, y se llevó la alegría además del triunfo (por la mínima, eso sí) del equipo compostelano.
El premio para los ganadores es un periodo de prácticas laborales en establecimientos que colaboran con la fundación, para poder facilitar su inserción laboral.
Actos como este son una ocasión fantástica para hacer más visible a un colectivo que demuestra que es capaz de trabajar y además hacerlo muy bien y con una motivación y un cariño que no siempre se ven tras la barra de un café. Si tenéis ocasión de asistir a eventos como este, no la dejéis pasar.
Ojalá alguno de estos chicos consiga un contrato laboral, como ya tuvieron algunos alumnos andaluces. ¡Suerte a todos!

El equipo de Santiago elaborando el combinado sin alcohol
Elaboración del cóctel del equipo de Vigo